NOTA DE PRENSA Y OTRAS NOTICIAS SOBRE LA MUERTE DE VIOLANTE, NUESTRA QUERIDA HUERTANA.
Ha fallecido Violante Pardo. La vida para ella perdió su sentido el día en que los Sres. Jueces de la Sala de lo Contencioso, con lógica especuladora, dictaminaron que su salud no corría riesgo por el hecho de irse a vivir a un piso, y cuando el Ayuntamiento derribó sin piedad su casa.
Violante, junto a Pedro, llevaban viviendo 60 años apegados a su pequeña tierra, en su humilde casa en la agonizante huerta murciana, con sus arbolicos, sus plantas y animales. Pero los Sres. Jueces y el Ayuntamiento consideraron –siempre dentro de su “lógica”– que bastaba con dinero, el de la indemnización, para resarcirles. Pero ellos jamás pidieron ni quisieron dinero, ni un piso, ni un dúplex ¡Sólo otra casa de similares características! Es decir, humilde y con un trocico de tierra ¡Qué disparate! Debieron pensar los Sres. Jueces, y también así lo manifestó el Ayuntamiento… Y con su casa, derribaron también su vida.
Violante se fue dejando morir lentamente, y tan sólo 4 meses más tarde se nos ha ido dejándonos su memoria de amor a la tierra, de amor a la Huerta. Esa Huerta con la que están acabando los que piden agua para urbanizaciones, los que henchidos de murcianía, sólo la recuerdan el día del bando, los mismos que llamaban progreso al modelo desarrollista que nos ha traído esta crisis que ahora todos padecemos.
Violante, te has ido, pero en verdad no del todo… Porque tu ejemplo queda entre nosotros, tu amor a la tierra es compartido por muchas personas, y tu memoria nos fortalece. Seguiremos junto a Pedro, a Anti a Ricardo y junto a todos los demás de tu familia defendiendo tu-nuestra Huerta, defendiendo el medio ambiente, y luchando contra el mal llamado “progreso” que sólo trae el enriquecimiento grande y rápido de unos pocos desalmados, la destrucción del planeta y la crisis para el resto de las personas.
Murcia, 27 de noviembre de 2008
Coordinadora La Región de Murcia No se Vende
NOTICIAS EN DIFERENTES MEDIOS
La anciana que paró un plan urbanístico en Murcia fallece cuatro meses después de ser desalojada
Violante, de 84 años, fue obligada a abandonar su casa en la huerta y realojada en un piso
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 25/11/2008
Cuando el pasado 18 de julio el Ayuntamiento de Murcia derribó la casa de Violante en la huerta para construir una gran avenida, sus familiares no paraban de repetirlo: "No podrá vivir mucho fuera de la huerta, no soportará vivir en un piso". Violante, de 84 años, sólo resistió cuatro meses. Ayer falleció en Murcia de "parada cardiorrespitoria, shock séptico y fallo multiorgánico", según informó la familia. Sus familiares dicen que falleció de pena, después de luchar durante más de un año por mantener su casa en la huerta.
Hace un año Violante y su marido, Pedro Camacho, de 90 años, fueron noticia porque en el último instante un juez paró los planes del Ayuntamiento de Murcia de derribar la vivienda la vivienda en la huerta y realojar al matrimonio en un piso. El juez tomó la medida para "paliar las graves consecuencias que para la salud" del matrimonio de ancianos "podría conllevar su desalojo y no realojo en condiciones similares". Los ancianos habían vivido toda su vida en una casa de la huerta de Murcia, con gallinas, gatos y limoneros y el juez, basado en los informe médicos, temía por su salud si los mandaban a un piso. Pedro y Violante entendían que su casa podía estorbar, pero pedían una similar, aunque fuese más barata que el piso que les tocaba. El juez impidió el derribo "hasta tanto tenga lugar su realojo provisional en vivienda de similares condiciones en el entorno de la expropiada".
El Ayuntamiento recurrió con el argumento de que esas viviendas en al huerta estaban "condenadas a desaparecer". Y ganó. El Tribunal superior de Murcia falló el pasado mes de junio que, aunque "el abandono de su vivienda" podía "ocasionar perjuicios" a la pareja la vivienda había "sido expropiada y necesariamente debían abandonarla".
El pasado 17 de julio, Violante y Pedro dejaron la casa que habitaban desde 1946. Al día siguiente la piqueta derribó la vivienda. "Desde entonces ella decía que no quería vivir así. Después de toda la vida en la huerta un piso no era bueno para ella y los médicos lo habían advertido", explica su familia. Hace un mes ingresó por primera vez en el hospital y el 10 de noviembre un parte médico alerto del deterioro que sufría la mujer por el desalojo. Anoche falleció en el hospital. Su familia quiere que se conozca el caso: "Hay muchos huertanos que abandonan su casa porque los expropian y se mueren de pena. Que se sepa que esto ocurre".
El País.
Muere Violante Pardo, la anciana a la que expropiaron su casa para hacer una gran avenida
Aunque el parte médico del Morales Meseguer decreta muerte «por parada cardiorespiratoria con fallo multiorgánico», fuentes de la familia aseguran que la muerte de Violante, ayer de madrugada, se debe a que «perdió las ganas de vivir».
Andreu cuenta que, antes de ser expropiados, Violante fue sometida a una prueba psicológica que cifraba su edad mental en 65 años. Sin embargo, tras ir a vivir al piso de una de sus hijas, las vecinas que la visitaban «se quedaban muertas y preguntaban 'qué le pasa a esta mujer'».
Fallece Violante, la mujer que luchó para que la dejaran vivir en su casa de la huerta
- Ha muerto cuatro meses después de ser desalojada.
- La mujer no tuvo más remedio que irse a vivir con su hija.
Violante, la mujer de 85 años que luchó junto a su marido contra el Ayuntamiento de Murcia para que les dejasen vivir en su casa de toda la vida, falleció de pena esta madrugada. La pareja de huertanos abandonaron el pasado julio, obligados por el Consistorio murciano, la vivienda de la huerta que han ocupado en Cabezo de Torres desde 1946. El Ayuntamiento de Murcia tiró su casa porque por ella tenía que pasar la avenida Miguel Induráin.
"Ha muerto de tristeza porque no tenía ninguna enfermedad, ni un cáncer, ni ha fallecido por un infarto. Desde que hace cuatro meses los desalojaron ella empezó a entristecerse, a dejar de hablar. Ya decía que así no quería vivir, que para estar lejos de su casa mejor morirse", explicaron sus familiares.
Violante tenía un informe que realizó una psicóloga en el que se aseguraba que no podía salir de su entorno. "Ella vivía en la huerta con sus gallinas y sus plantas. La psicóloga ya advirtió este final, pero no esperábamos que fuera tan rápido", aseguran. La anciana vivía con una de sus hijas en un piso en la ciudad.
El entierro de Violante será mañana miércoles a las 11.30 horas en la iglesia de Cabezo de Torres.
Perdieron el contencioso
En 2006 el Ayuntamiento decidió expropiar la casa donde viven Pedro y Violante a cambio de un piso de realojo. Los ancianos recurrieron la expropiación y en noviembre de 2007 un juez les dio la razón, pero el Ayuntamiento recurrió y el TSJ amparó al Consistorio. Hace diez días perdieron la última esperanza, ya que esperaban la resolución de un contencioso, pero se ha perdido. "De todas formas vamos a recurrir. Las hijas de Violante están indignadas porque saben que su madre ha muerto por culpa de la expropiación forzosa".
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