PORTALES

Calle arriba se ha levantado un ligero viento que alivia las fachadas del olor a fritanga que
salió por alguno de los patios de luces, horas atrás, cuando en una casa del barrio preparaban la cena. Algunos coches aparcados en el lado izquierdo de la acera. Entre los cuales han caído gotas de un llanto ligero que el viento, recién llegado, se encarga ahora de alborotar haciendo llegar hasta el portal 22.
1ª DERECHA: —Pero será posible. Si me paece oír un llorisqueo. ¿De ande vendrá?
(se oye un llanto flojo, que poco a poco se hace más perceptible).
1ª DERECHA: —¿Quién llora?¿Qué pasa por ahí?
4º G: — Soy yo, el 4ºG del portal 28. Perdone si la he molestado. No pensaba que
nadie podría oírme a estas horas. ¿Todavía está despierta, Doña 1ª Derecha?
1ª DERECHA: —Claro bonico, con estas calores cualquiera cualquiera pega ojo. Lastimica
mía, ¿qué te pasa, zagal?
4ºG: —¿Es que no se ha enterado?
1ªDERECHA: —¿Lo cualo? Por raro que paezca, no sé ná, mijo. He pasao una calentura mu
mala y he estao de ventanas cerrá lo menos dos semanas. Cuenta, cuenta...
(la 1ª DERECHA abre de par en par las ventanas, predisponiéndose a escuchar con atención,
aunque raro es que ella no sepa algo que haya pasado en el barrio)
4ºG: —Pues José y Almu, la parejita que me estrenaron. Los que tenían dos hijas.
Resulta que hace unas tres semanas que no aparecen por casa. Estoy
realmente preocupado porque les vi marcharse con maletas y todo y ahora no
es época de vacaciones.
1ª DERECHA: ―Y aunque lo fuera, no creo yo que con las dos criaturicas y pagando toicas
las cuentas que tendrán, les dé pa irse de borneo.
4ºG —Pues esa es la clave. Además, las semanas antes de desaparecer les vi muy
nerviosos, gritaban por teléfono y cada dos por tres rompían a llorar. ¿Usted
cree que se les habrá muerto algún familiar?
1ª DERECHA: — Me da a mí un tufillo que no. Eso va a ser cosa de los de la corbatilla.
¿Viste a alguno llegar con maletín y buenas maneras?
4ºG —¿Corbatilla? ¿Se refiere a los testigos de Jehová?
1ª DERECHA: —No hombre, no. Lo que te digo es que si ha venio alguno de los del
banco a la casa. ¿Viste entrar a alguien con pinta de sospechoso?
4ºG —Pues ahora que lo dice, sí. La verdad que por dos veces recibieron una
visita de alguien como usted describe. Pero no sospeché... Ahora creo que lo voy
entendiendo todo. Oía que Almu siempre repetía lo de „la puta ejecución
hipotecaria“... Pero, ¿es que está usted puesta en el tema?
1ª DERECHA: —Hijo mío, las tejas que me se han caío quieren decir argo... ¡una sabe
muncho por vieja! Y esa chusma ha sido siempre igualica, corran los tiempos
que corran y vistan sus mentiras de mona o de reina. ¿O es que tú te crees que
tengo los cuartos vacíos por gusto? Si por las noches me siento más solica
que la una...
(conforme va hablando parece como si el color de su fachada recobrase el color que tiempo atrás tuvo. Como si desahogándose se sanase y recobrara la dignidad que le intentaron robar)
No señor. Es por esos mamarrachos que a tol que viene a verme le piden una
fortuna por venirse a vivir. ¡Como si una tuviera cuatro días! Y claro, una se cuida
pero sin una manita de pintura que llevarme a la pared y con estas grietas que me
tienen envarizadas todas las esquinas...
4ºG —Bueno, bueno, desde aquí no se le ve a usted tan mal. Ahora hasta parece que tiene
mejor color.
1ª DERECHA: —Oye, y él estaba en el paro, ¿no?
4ºG —Sí.
1ª DERECHA: —Claro, encima. Entonces me paece a mí que va a ser eso...
4ºG —Pero, ¿será que han encontrado trabajo en otro sitio? Dígame que van a volver...
1ª DERECHA: —Hijo mío, los que van a volver serán los murciélagos chupasangre. Si pasa como a los del ÁTICO del portal 34, lo que harán será que les quitan las llaves y les obligan
a irse con una mano delante y la otra detrás, dándole el piso al banco. Luego, los mu
sinvergüenzas, lo subastarán y los sacapanzas se lo quedarán del tó.
(al 4ºG empiezan a temblarle hasta los marcos de las ventanas y el ladrillo visto se le pone blanco cal)
4ºG —Pero no puede ser... A los del Ático del 34 no los conocía, pero Almu y Jose son
muy buena gente. Educados, con estudios y además... ¡con dos hijas! Seguro que les
dan pena... no los pueden echar así como así... Lo entenderán y les darán una
oportunidad.
1ª DERECHA: —¿Lo qué? Esos no escuchan, les dá igual tó. Los muy caretas no miran si tienes
más o menos, te echan y ya está. Anda que eso sí, antes pa dá los préstamos se
pintaban solos. Pusieron el cepo y ahora recogen la presa... No saben ná. Si es que no
les dá vergüenza. Total pa ná, pa dejá las casas tristes como a mí. Que ya somos unas
cuantas en el barrio que se nos hacen las noches eternas porque estamos vacías y
desocupás.
4ºG —Bueno, pero entonces, si lo sacan a la subasta, quizá puedan recuperarlo. El padre
de ella tenía unos ahorros.
1ª DERECHA: —Me estraña mucho mi arma. Porque aunque los hayan echao y dejao sin casa,
tienen que seguir pagándoles la otra mitad del piso que no puedan recuperar, además
de las costas de toa la subasta. Poh no é ná... te crees tú que es moco de pavo. Si el
grillete te lo ponen bien cerraíco y apretaíco hasta dejarte sin resuello.
(la oscuridad de la noche se hace ahora más perceptible, al suelo asfaltado de la calle vuelven a caer, aunque no estaba nublado, pequeñas gotas saladas)
4ºG —¡Maldita sea, maldita sea!
1ª DERECHA: —Anda, que blasfemando no se hace ná. Tú que eres joven, míraver si te juntas
con los otros que estén así. Anda que tienes tajo. En esta calle ya hay tres como tú y
me ha dicho mi comaere que en su barrio tamién hay unas cuantas. Así que ale,
¡arreando!A unirse que el que no llora no mama y ahí paraíco se te lleva

Adrián Ballester Cerezo
Por el derecho a una vivienda digna.
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