27/2/10

PRESENTACIÓN LIBRO: "CLAVES DEL ECOLOGISMO SOCIAL"

Fecha: MIÉRCOLES 3 de marzo de 2010. Hora: 20:00 h
Lugar: Campus Universitario de la Merced. Facultad de Letras - Planta baja. Sala “Mariano Baquero Goyanes”.
Presenta: Luís González Reyes. Coordinador de la Confederación Estatal de Ecologistas en Acción.

Como sabemos, el ecologismo social pretende desde hace décadas afrontar la situación de encrucijada en la que nos encontramos, colaborando en el impulso de un cambio de modelo que permita ajustar los procesos económicos humanos a los límites biofísicos, a los tiempos de regeneración y a las dinámicas de los ecosistemas, con criterios de equidad, de tal modo que la redistribución y reparto igualitario de la riqueza ocupe un lugar central en la política y la economía. Con el propósito de informar y mostrar esta situación nace “Claves del Ecologismo Social”, para tomar conciencia permanente y seguir afianzando un modo de vida que no debe ser ajeno a nadie.
Este interesante libro ha sido editado por Libros en Acción, de reciente creación y que nace como el proyecto editorial de Ecologistas en Acción. Un lugar de encuentro y debate, de propuesta de alternativas a los conflictos que se han ido instalando entre la naturaleza y la sociedad actual.
Te invitamos a participar, y a que aproveches la ocasión para adquirir uno de los ejemplares, que se tendrán a la venta a un precio reducido para l@s asistentes a la presentación.
Ecologistas en Acción - Región Murciana


Autor@s: Jorge Riechmann, Carlos Taibo, Ramón Fernández Durán, Alicia H. Puleo, Julio Alguacil, Agustín Hernández Aja, Cristina Rois, Cthuchi Zamarra, Daniel López García, David Llistar, Dolores Romano Mozo, Edith Pérez, Erik Gómez-Baggethun, Eva Aneiros, Fernando Cembranos, Francisco Castejón, Gemma Tarafa, Iñaki Barcena, Jaime S. Barajas. José Vicente Barcia. Juan Carlos del Olmo, Luis González Reyes, Luis Rico García-Amado, Mar R. Gimena, María González Reyes, Marta Pascual, Marta Soler Montiel, Paco Segura, Rosa Lago, Theo Oberhuber y Yayo Herrero.

Editorial: Libros en Acción- Ecologistas en Acción
Formato: Rústica con solapas y papel reciclado 100%. 14 x 22 cm; 224 pp.
Año de edición: noviembre 2009

Tras la primera referencia, Contrapublicidad, por fin editamos Claves del ecologismo social, una herramienta útil y un libro de cabecera para todos aquellos, fuera y dentro de la organización, que quieran acercarse, a través de más de 30 autor@s, a este frondoso ramaje de pensamiento. Este libro quiere ofrece algunas claves básicas para poder interpretar la realidad desde el prisma del ecologismo social: cómo funciona y se articula la vida en la naturaleza; cuáles son los principales síntomas del desajuste entre sociedad y naturaleza y cuáles sus consecuencias; por dónde deben ir los cambios para torcer esta trayectoria suicida; cómo y quién se apropia de los bienes y servicios que presta el planeta; qué riesgos supone el calentamiento global; qué papel juega la visión de lo femenino sobre el mundo para facilitar el cambio; que caminos pueden conducir a la sostenibilidad.
Para comprar, aquí.

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24/2/10

JORNADA SOBRE ALIMENTOS ECOLÓGICOS


Os invitamos a asistir a esta jornada organizada por EPlan en colaboración con ANSE-Proyecto Coccinela, será el próximo viernes 26 de febrero a las 17:00h. en el Espacio joven 585m2 de la plz. Toledo, s/n Bajo (barrio de Sta. Mª de Gracia) en Murcia.
Podéis encontrar más información en nuestro blog: EPlan association.
Será un placer veros a todos, saludarnos y compartir esta primera actividad tan interesante.
¡Os esperamos!

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23/2/10

EL "MODELO DESARROLLISTA DEL LADRILLO" EMBISTE CONTRA CALARREONA


ANSE y ADECA piden que no se urbanice Calarreona.
Anse.
La Asociación para la Defensa de Cabo Palos y la Asociación de Naturalistas del Sureste denuncian que la revisión del PGMO de Cartagena pretende rescatar el obsoleto Plan Parcial de Calarreona (Cartagena) y permitir la urbanización en primera línea del Mar Mediterráneo e inmediatamente colindante al Parque Regional de Calblanque. Ambas organizaciones se han dirigido a los responsables políticos de la Administración local, autonómica y estatal pidiéndoles la retirada de la reclasificación por su elevado impacto ambiental.

Los visitantes más respetuosos con el Parque Regional de Calblanque (aquellos que acceden a pié a través del sendero de Calarreona) pueden verse sorprendidos en los próximos años por la urbanización de la entrada oriental del Parque en caso de consumarse las propuestas de la revisión del PGMO.

ADECA y ANSE denuncian que el Ayuntamiento de Cartagena pretende reclasificar los terrenos actualmente No Urbanizables (de Protección Ambiental, de Protección Forestal y Común) a Suelo Urbanizable de baja densidad. Mediante esta reclasificación, el Ayuntamiento pretende resucitar un Plan Parcial obsoleto que no llegó a aprobarse en la década de los 80. Resulta particularmente llamativo que Suelos No Urbanizables de Protección Ambiental (máxima categoría de protección del PGMO vigente y que ostenta el Parque Regional de Calblanque) pasen a Suelo Urbanizable sin justificación técnica alguna.

A juicio de ambas organizaciones, el objetivo es urbanizar en primera línea de costa sobre unos terrenos de incalculable valor ambiental y paisajístico. Por esta razón, ANSE y ADECA han alertado del impacto ambiental que tendría esta actuación urbanística, ya que la zona alberga hábitats de interés comunitario y poblaciones de diversas plantas amenazadas y protegidas por el Decreto 50/2003 así como terrenos con pendientes superiores al 50 %. Además, la urbanización de esta zona tendría efectos sobre el propio Parque Regional de Calblanque que resulta inmediatamente colindante.

Por esta razón, ambas organizaciones se han dirigido a la Alcaldesa de Cartagena pidiendo la retirada de la reclasificación. Asimismo, han remitido sendos escritos al Director General de Patrimonio Natural y Biodiversidad, al Director General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental, al Consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio y al Director General de Urbanismo pidiendo que informen desfavorablemente la propuesta y que los terrenos sean incluidos en el Lugar de Importancia Comunitaria. Además, hemos pedido a la Demarcación de Costas que amplíe a 200 metros la servidumbre de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre.

Más fotografías, ver.

También en La Verdad.

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21/2/10

LA REINVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS



La reinvención de Naciones Unidas, una Organización indispensable
Miguel D'ESCOTO y Leonardo BOFF

Afirmamos que las Naciones Unidas es una Organización indispensable para la salvación del mundo a pesar de que estamos plenamente conscientes del rotundo fracaso de la Organización tal y como actualmente existe. Esto no quiere decir que consideremos que nada bueno haya salido de la ONU. No obstante, las instituciones deben ser evaluadas no por el número de cosas “buenas” que pueden haber hecho. La evaluación de toda institución siempre deberá ser basada en el cumplimiento o logro de su razón de ser. De hecho, cosas que objetivamente pueden ser buenas, institucionalmente pueden llegar a ser consideradas malas si nos distraen de las obligaciones esenciales de la institución y nos hacen pensar que las cosas andan bien.
Naciones Unidas fue creada con un único propósito: detener lo que se temía era una racha irreversible de conflictos bélicos como las dos grandes en la primera mitad del siglo XX. Se pensó que había que ponerse de acuerdo en un código de comportamiento civilizado entre las naciones y crear una instancia judicial para dirimir controversias sin tener que recurrir a guerras.

Se pensó también que además de respetar el imperio del derecho en las relaciones internacionales, era imprescindible desactivar una bomba de tiempo que más temprano que tarde podría estallar en otra guerra mundial aun más sangrienta que las dos anteriores: el hambre y la pobreza existentes ya hace 64 años. Éstas fueron las razones que llevaron a la suscripción de la Carta de San Francisco y a la creación de las Instituciones de Breton Woods, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que, en verdad, en vez de propiciar la superación de la pobreza en el mundo, han ayudado a profundizarla más.

Cabe notar que en el tiempo de su creación, Naciones Unidas no tenía la conciencia de la cuestión ambiental y de las graves amenazas que en el futuro iban a desafiar a todos los pueblos. Buscaba con razón el Bien Común de todas las sociedades, que hoy, con la conciencia que tenemos, debe ser enriquecido con el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad.

Analizada Naciones Unidas desde estos dos objetivos esenciales, no podemos dejar de constatar que lamentablemente no ha logrado sus propósitos. Esto se evidencia por el triste hecho de que a una obligación tan importante como la declaración del Estado Palestino sigue sin dársele cumplimiento y agresiones genocidas e invasiones, como las actuales contra Irak y Afganistán, siguen matando centenares de miles de personas, generalmente inocentes, con total y absoluta impunidad.

La inmensa mayoría de los habitantes de la Tierra considera a Naciones Unidas como una institución debilitada, inefectiva y hasta innecesaria. El país más poderoso de la Tierra, poco preocupado con el futuro ecológico de la Madre Tierra, ha ayudado a desmoralizar la Organización al no respectar sus decisiones y al comportarse como su dueño y manipular a su antojo al Consejo de Seguridad.

No obstante, aun reconociendo todas estas críticas como válidas, no dudamos en afirmar que la solución no está en olvidarse de Naciones Unidas. Es nuestra Organización. Fue creada en nombre de «nosotros los pueblos», y estos pueblos consideran abusivo y antidemocrático el privilegio que algunos países poderosos se arrogan de interponer vetos y así bloquear cuestiones fundamentales para el mundo.

Todo eso podemos y debemos cambiarlo si queremos que Naciones Unidas esté al servicio de la Paz y de la Vida, y que en ella se respete el principio de la igualdad soberana de todos los Estados Miembros; sin privilegios de ninguna clase para ninguno; donde decisiones que afectan a todos sean tomadas por todos y no sólo por el pequeño grupo que detenta el privilegio injusto de poner veto; una Organización en la cual todos sean igualmente obligados a abstenerse de cometer crímenes contra la dignidad de la Madre Tierra y de la Humanidad o, de lo contrario, atenerse a las consecuencias, independientemente de que sean o no sean parte de los tratados o protocolos pertinentes. El no ser parte de un tratado no equivale a tener una licencia para cometer el tipo de crímenes que el tratado pretende evitar.

Para salvar a Naciones Unidas hay que reflexionar un poco sobre cómo un desvío tan dramático de los propósitos fundacionales pudo ocurrir. No se puede negar que a los poderosos no les convenía tener una instancia más alta a la cual debieran someterse. En razón de esto, no se creyó en el imperio de la ley en las relaciones internacionales. Desgraciadamente la ley de la selva es decir, el derecho del más fuerte- sigue dominando. Nos negamos a aceptar que algún país revindique excepcionalidad. La Madre Tierra no conoce un «Destino Manifiesto», porque todos los pueblos son sus hijos e hijas queridos, y todos, con igual dignidad y derechos, habitan la misma Casa Común.

A lo largo de los años, en la ONU se fueron introduciendo normas de procedimiento cuyo único objetivo fue limitar el poder de la Asamblea General, centro neurálgico de todo el sistema de Naciones Unidas, y reducir al presidente de la Asamblea General a una figura meramente protocolaria, a pesar de que, según la Carta, es el más alto funcionario de la Organización, con rango de jefe de Estado, y el Secretario General es sólo el jefe de la inmensa burocracia, sometido muchas veces a presiones insoportables por parte de los países pudientes.

Todo esto, sin embargo, se puede cambiar. El poder de la Asamblea General, del Grupo de los 192, puede ser rescatado y, en gran parte, lo fue durante el 63º período de sesiones. Este rescate del poder de la Asamblea General, es decir, la democratización de la ONU, es posible y debe continuar.

Para contribuir a este rescate del poder de "nosotros los pueblos" dentro de Naciones Unidas nos hemos propuesto trabajar en:

I Una Declaración Universal del Bien Común de la Tierra y de la Humanidad como documento esencial para la reinvención de la ONU y que complemente la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Somos conscientes de que el excesivo antropocentrismo, codicia y egoísmo de la cultura dominante dificultará la adopción de dicha Declaración, pero se logrará.

II Una Carta de la Organización a tono con las exigencias del siglo XXI ,que deberá garantizar nuestra supervivencia promoviendo el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad.

III La creación de un Tribunal de notables procedentes de las cinco regiones que integran Naciones Unidas, para conocer acusaciones de crímenes contra el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad interpuestas por miembros de la Organización. Su funcionamiento sería similar al de la actual Corte Internacional de Justicia, con la diferencia de que las condenas no podrán ser ignoradas como hizo Estados Unidos en el caso interpuesto por Nicaragua en su contra en La Haya.

En esta oportunidad presentaremos únicamente nuestra propuesta de Declaración Universal. Posteriormente presentaremos las otras dos.


I. DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN DE LA TIERRA Y DE LA HUMANIDAD

Preámbulo

CONSIDERANDO que Tierra y Humanidad son parte de un vasto universo en evolución y que poseen el mismo destino, amenazado de destrucción por la irresponsabilidad y por la falta de cuidado de los seres humanos, y que la Tierra forma con la Humanidad una única entidad, compleja y sagrada, como queda claro cuando se la ve desde el espacio exterior, y que, además, la Tierra es viva y se comporta como un único sistema autorregulado formado por componentes físicos, químicos, biológicos y humanos que la hacen propicia a la producción y reproducción de la vida y que por esto es nuestra Gran Madre y nuestro Hogar común. Tomando en cuenta que la Madre Tierra es compuesta por el conjunto de los ecosistemas en los cuales generó una multiplicidad magnífica de formas de vida, todas interdependientes y complementarias, formando la gran comunidad de vida, y que existe un lazo de parentesco entre todos los seres vivos porque todos son portadores del mismo código genético de base que funda la unidad sagrada de la vida en sus múltiplas formas y que, por lo tanto, la Humanidad es parte de la comunidad de vida y el momento de conciencia y de inteligencia de la propia Tierra haciendo que el ser humano, hombre y mujer, sea la misma Tierra que habla, piensa, siente, ama, cuida y venera.

CONSIDERANDO que todos los seres humanos con sus culturas, lenguas, tradiciones, religiones, artes y visiones de mundo constituyen la única familia de hermanos y hermanas con igual dignidad e iguales derechos, y que la Madre Tierra providenció todo lo que necesitamos para vivir y que la vida natural y humana depende de una biosfera saludable, con todos los ecosistemas sostenibles, con agua, bosques, animales e incontables microorganismos preservados, y, además, que el que creciente calentamiento planetario puede poner en riesgo la vitalidad y la integridad del sistema Tierra y que graves devastaciones pueden ocurrir afectando millones y millones de personas y eventualmente inviabilizar la supervivencia de toda la especie humana.

RECORDANDO que hay que renovar y articular orgánicamente el contrato natural con el contrato social que ganó un rol de exclusividad y que propició el antropocentrismo e instauró estrategias de apropiación y dominación de la naturaleza y de la Madre Tierra, ya que el modo de producción vigente en los últimos siglos y actualmente globalizado no ha conseguido atender a las demandas vitales de los pueblos, generando por el contrario un foso profundo entre ricos y pobres.

CONSIDERANDO, finalmente, que la conciencia de la gravedad de la situación crítica de la Tierra y de la Humanidad hace imprescindibles cambios en las mentes y en los corazones y que se forje una coalición de fuerzas al rededor de valores comunes y principios inspiradores que sirvan de fundamento ético y de estimulo para prácticas que busquen un modo sostenible de vivir. Las personas, las instituciones, los líderes políticos, las ONGs, las religiones y iglesias que subscriben esta Declaración ven la urgencia de que se proclame la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN DE LA TIERRA Y DE LA HUMANIDAD cuyos ideales y criterios deben orientar los pueblos, las naciones y todos los ciudadanos en sus prácticas colectivas, comunitarias y personales y en los procesos educativos para que el Bien Común sea progresivamente reconocido, respetado, observado, asumido y promovido universalmente en vista del bien vivir de cada uno y de todos los habitantes de ese pequeño planeta azul-blanco, nuestro Hogar Común.


Artículo 1

El Bien Común supremo y universal, condición para todos los demás bienes, es la misma Tierra que, por ser nuestra Gran Madre, debe ser amada, cuidada, regenerada y venerada como a nuestras madres.

I. El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad pide que entendamos la Tierra como viva y sujeto de dignidad. No puede ser apropiada de forma individual por nadie, ni hecha mercancía, ni sufrir agresión sistemática por ningún modo de producción. Pertenece comunitariamente a todos los que la habitan y al conjunto de los ecosistemas.

II. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad exige proteger y restaurar la integridad de los ecosistemas, con especial preocupación por la diversidad biológica y por todos los procesos naturales que sustentan la vida.

III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es fortalecido cuando todos los seres son vistos como interconectados y con valor intrínseco, independientemente de su uso humano.


Artículo 2

Para asegurar el Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es necesario reducir, reutilizar y reciclar materiales usados en la producción y en consumo, garantizar que los residuos puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos y buscar el bien vivir a partir de la soportabilidad de los ecosistemas, en cooperación con los otros y en armonía con los ritmos de la naturaleza.

I. El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad resulta de la utilización sostenible de los bienes renovables como agua, suelos, productos forestales y vida marina, de forma que puedan ser repuestos y garantizados para las actuales y las futuras generaciones.

II. El manejo de los bienes no-renovables, como minerales y combustibles fósiles, debe ser realizado de tal forma que disminuya su extinción y no dañe gravemente el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad.


Articulo 3

Adoptar padrones de producción y consumo que garanticen la vitalidad y la integridad de la Madre Tierra, la equidad social en la Humanidad, el consumo responsable y solidario y el bien vivir comunitario.

I. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad requiere la utilización sostenible de las energías disponibles, privilegiando las matrices renovables y otras fuentes alternativas como la energía del sol, del viento, de las mareas y la agro-energía.

II. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es potenciado cuando se disminuye al máximo la polución de cualquier parte del ambiente, de forma que se evite los efectos perversos del calentamiento planetario y no se permita el aumento de substancias radioactivas, tóxicas y de otras substancias químicas peligrosas.

III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad no es compatible con la existencia de armas nucleares, biológicas y químicas y otras armas de destrucción masiva, que deben ser eliminadas totalmente


Artículo 4

La biosfera es un Bien Común de la Tierra y de la Humanidad y es patrimonio compartido por todas las formas de vida, de la cual los seres humanos son tutores.


Artículo 5

Pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad los recursos naturales, como el aire, los suelos, la fertilidad, la flora, la fauna, los genes, los microorganismos y las muestras representativas de los ecosistemas naturales y el espacio exterior.

I. El agua pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad porque es un bien natural, común, vital e insustituible para todos los seres vivos, especialmente para los humanos que tienen derecho a su acceso, independientemente de los costos de su captación, reserva, purificación y distribución, que serán asumidos por el poder público y por la sociedad.

II. Los océanos son un Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque constituyen los grandes repositorios de vida, los reguladores de los climas y de la base física y química de la Tierra.

III. Los bosques pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad, contienen la mayor biodiversidad del planeta, la humedad necesaria para el régimen de lluvias y son los grandes secuestradores de dióxido de carbono.

IV. Los climas pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque son la condición esencial de la manutención de la vida y los cambios climáticos deben ser tratados globalmente y con una responsabilidad compartida.


Artículo 6

Pertenecen al Bien Común de la Humanidad y de la Tierra los alimentos en su diversidad y los recursos genéticos filogenéticos necesarios para su producción, sobre los cuales está prohibido todo tipo de especulación mercantil.


Artículo 7

Son Bienes Públicos de la Humanidad las energías necesarias a la vida, la salud y la educación, los medios de comunicación, la Internet, los correos y los transportes colectivos. Las medicinas producidas por laboratorios privados, después de cinco años pasan a pertenecer al Bien Común de la Humanidad y en emergencias pueden ser hechas inmediatamente públicas.


Artículo 8

Las actividades petroleras y mineras y los agro-carburantes deben estar sometidos a un control estatal y social en razón de los efectos dañinos que pueden tener sobre el Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra.


Artículo 9

El gran Bien Común de la Tierra y de la Humanidad son los seres humanos, hombres y mujeres, portadores de dignidad, conciencia, inteligencia, amor, solidaridad y responsabilidad.

I. Hay que afirmar la dignidad inherente de todos los seres humanos y su potencial intelectual, artístico, ético e espiritual.

II. La misión de los seres humanos es cuidar y proteger la Tierra y la Humanidad como herencias recibidas del universo.

III. Las comunidades, en todos los niveles, tienen la obligación de garantizar la realización de los derechos y de las libertades fundamentales, creando las condiciones para que cada persona realice su pleno potencial y aporte al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad.


Artículo 10

Pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad todos los saberes, artes y técnicas acumuladas a lo largo de la historia.

I. El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad requiere reconocer y conservar los saberes tradicionales y la sabiduría espiritual de todas las culturas que contribuyen a cuidar de la Tierra, a desarrollar el potencial de la Humanidad y a favorecer el Bien Común.

II. El Bien Común de la Humanidad pide ayudar con recursos financieros, técnicos, sociales e intelectuales a los pueblos pobres y vulnerables, para que alcancen un modo de vivir sostenible y colaboren con el Bien Común.

III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad exige la erradicación de la pobreza como un imperativo humanitario, ético, social, ambiental y espiritual.

IV. La justicia social y ecológica no pueden ser disociadas porque ambas sirven al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad.

V. Pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad la equidad de género, la superación de todo tipo de discriminación, la protección de los niños y niñas contra toda violencia y la seguridad social de todos aquellos que no pueden mantenerse por su propia cuenta.


Artículo 11

Pertenecen al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad todas las formas de gobierno que respetan los derechos de cada ser humano y de la Madre Tierra y propician la participación activa e inclusiva de los ciudadanos en la toma de decisiones, favorecen el acceso irrestricto a la justicia y cuidan del entorno ecológico.


Artículo 12

El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad demanda que se protejan las reservas naturales, incluyendo tierras salvajes y áreas marinas, los sistemas de sustento de la vida en la Tierra, las semillas, la biodiversidad, y se rescaten especies amenazadas y ecosistemas devastados.

I. Controlar la introducción de especies exógenas y someter rigurosamente al principio de prevención a todos los organismos genéticamente modificados para que no causen daños a las especies nativas y a la salud de la Madre Tierra y de la Humanidad.

II. Garantizar que los conocimientos de los varios campos del saber que son de vital importancia para el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad sean considerados de dominio público.

III. Es vedado patentar recursos genéticos fundamentales para la alimentación y la agricultura y los descubrimientos técnicos patentados deben guardar siempre su destinación social.


Artículo 13

Pertenecen al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la multiplicidad de las culturas y de las lenguas, los diferentes pueblos, los monumentos, las artes, la música, las ciencias, las técnicas, las filosofías, la sabiduría popular, las tradiciones éticas, los caminos espirituales y las religiones.


Artículo 14

Pertenece al Bien Común de la Tierra viva y de la Humanidad la hospitalidad por la cual acogemos y somos acogidos unos a otros, como habitantes del mismo Hogar común, la Tierra.


Artículo 15

Pertenece al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la socialidad y la convivencia pacífica con todos los con los seres humanos y con los seres de la naturaleza porque todos somos hijos y hijas de la Madre Tierra y somos corresponsables por el mismo destino común.


Artículo 16

Pertenece al Bien Común de la Humanidad la tolerancia que acoge las diferencias como expresiones de la riqueza de la única naturaleza humana y que no permite que tales diferencias sean consideradas como desigualdades.


Artículo 17

Pertenece al Bien Común de la Humanidad la comensalidad que expresa el sueño ancestral de todos los pueblos de sentarse juntos, como hermanos y hermanas de la misma familia, alrededor de la mesa, comiendo y bebiendo alegremente de los frutos de la generosidad de la Madre Tierra.


Artículo 18

Pertenece al Bien Común de la Humanidad la compasión por todos los que sufren en la naturaleza y en la sociedad, aliviando sus padecimientos y impidiendo todo tipo de crueldad a los animales.


Artículo 19

Pertenecen al Bien Común de la Humanidad los principios éticos del respeto a cada ser, del cuidado de la naturaleza y de la responsabilidad universal por la preservación de la biodiversidad y por la continuidad del proyecto planetario humano y los principios de cooperación y de la solidaridad de todos con todos partiendo de los mas necesitados, para que todos sean incluidos en la misma Casa Común.


Artículo 20

Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad la permanente búsqueda de la paz que resulta de la correcta relación consigo mismo, de todos con todos, con la naturaleza, con la vida, con la sociedad nacional y internacional y con el gran Todo del cual somos parte.


Artículo 21

Pertenece al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la convicción de que una Energía amorosa subyace a todo el universo, sustenta a cada uno de los seres y puede ser invocada, acogida y venerada.


Artículo 22

Todos estos ideales y criterios del Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad prolongan y refuerzan los derechos humanos contenidos en la Declaración de los Derechos del Hombre proclamada en 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea de la ONU, que será ahora enriquecida con los derechos de la Madre Tierra y de la Humanidad.


(Elaboración de Miguel d'Escoto Brockmann, ex-Presidente de la Asamblea de la ONU 2008-2009 y Leonardo Boff, profesor emérito de ética de la Universidad de Río de Janeiro)

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16/2/10

Conferencia. DESPUÉS DE COPENHAGUE. LA NECESIDAD DE UN NUEVO MODELO ENERGÉTICO.

Conferencia
DESPUÉS DE COPENHAGUE. LA NECESIDAD DE UN NUEVO MODELO ENERGÉTICO.
16 de febrero de 2010. 20:00h. Aula de Cultura de Cajamurcia edificio Gran Vía.

Juan López de Uralde Garmendia. Desde mayo de 2001 es Director Ejecutivo de Greenpeace en España. En este tiempo la organización ha crecido desde los 70.000 hasta superar los 100.000 socios en España en la actualidad; ha multiplicado por dos los ingresos hasta alcanzar los 6 millones de euros presupuestados en 2007; ha conseguido impactos muy relevantes en la opinión pública española en asuntos como el cambio climático, la contaminación marina o la protección de la biodiversidad, habiendo conseguido que la preocupación por estos asuntos alcance los mayores niveles en la ciudadanía española. En la actualidad Greenpeace cuenta en España con 60 personas contratadas, 25 grupos locales, más de 500 voluntarios y un centenar de activistas.
Anteriormente (1998/2001) trabajó desde la sede de Amsterdam de Greenpeace International como Coordinador de las Campañas contra la Contaminación Tóxica. Su trabajo se centró fundamentalmente en el desarrollo del trabajo organizativo en Asia y América latina en cuestiones relacionadas con la lucha contra la contaminación.
Comenzó su vida profesional en 1986 en el Consejo de la Juventud de España, donde, entre otros trabajos, desarrolló la propuesta del actual Parque Regional del Sureste (Madrid).
En los más de 25 años que lleva dedicado a la protección y estudio del entorno natural terrestre y marino ha elaborado numerosos trabajos y proyectos cuyo objetivo siempre ha sido la defensa de la naturaleza, tanto en España como en el extranjero.
Es autor de decenas de artículos sobre cuestiones relacionadas con la situación de la Tierra; ha dictado numerosas conferencias; dirigido cursos de verano. Es autor de varios libros sobre estas cuestiones, entre otros El libro del Agua.
En los últimos años ha centrado especialmente su trabajo en la difusión del potencial de las energías renovables en el marco del actual debate energético. Precisamente su último libro publicado es Energías Alternativas.

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2/2/10

CURSO SOBRE LA HUERTA Y SU PATRIMONIO CULTURAL, HISTÓRICO Y MEDIOAMBIENTAL

Esta semana comienza una nueva actividad de la Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia que pretende acercar el conocimiento sobre la huerta y su patrimonio al conjunto de los ciudadanos. Se trata del curso “La Huerta de Murcia como patrimonio histórico-cultural y medioambiental”, que se desarrollará todos los miércoles, a las 8 de la tarde, en la sala 1.14 del Aulario de la Merced de la capital murciana.
Las conferencias, una por semana, cuentan con algunos profesionales de reconocida trayectoria, como el Dr. Antonio González Blanco, Catedrático de Historia Antigua, y de José María Egea, Catedrático del Área de Botánica de la Universidad de Murcia. También participan en algunas de las conferencias colaboradores de la entidad en materias como el patrimonio material o el urbanismo.
Esta actividad supone un amplio recorrido por todas las temáticas que afectan a la Huerta de Murcia, por lo que sus participantes recibirán una visión global de este paisaje único y de los peligros que actualmente lo acechan.
La entidad organizadora, HUERMUR, ha contado con la colaboración de la Asociación “Patrimonio S.XXI”, y de la Asociación Rector Sabater. En la página web de HUERMUR (www.huermur.es) la asociación ha colgado el programa completo de conferencias, y además irá publicando distintos reportajes con fotografías y videos de las distintas conferencias, así como de la mesa redonda con la que concluirá el curso, que versará sobre la “Problemática y modos de recuperación y mantenimiento de la Huerta de Murcia”.
Esta semana, tras la inauguración por parte del presidente de HUERMUR, la conferencia que tendrá lugar será la de Francisco López Bermúdez, que explicará la “Geomorfología de la Huerta de Murcia”. La asistencia es libre y gratuita a todas las conferencias. También se organizarán visitas a algunos lugares de interés de la Huerta, en varias excursiones.

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1/2/10

II CONVENCIÓN SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO Y SOSTENIBILIDAD EN ESPAÑA

La I Convención sobre Cambio Climático y Sostenibilidad en España, celebrada en febrero de 2008, se planteó como punto de encuentro e intercambio para, del modo más amplio y generalista posible, exponer ideas, experiencias y propuestas acerca del propio título principal de la Convención.

Habiendo alcanzado un notable éxito y conseguido sus objetivos principales, la II Convención sobre Cambio Climático y Sostenibilidad en España se presenta, desde su mismo punto de partida, asumiendo ya la realidad planteada en la I Convención y, en consecuencia, enfocando el grueso de su sentido y mensaje principal hacia la adaptación y utilidad que para las estructuras institucionales, productivas y sociales puede significar esta realidad. Y donde, por expresarlo así, se reserva para el ámbito científico e investigador, ineludiblemente presente en esta II Convención, los aspectos más relevantes acerca del debate y estado del conocimiento intrínseco al fenómeno del cambio climático.

Bajo el lema “es más rentable y barato luchar contra el cambio climático que no hacerlo” hemos enmarcado esta II edición de la Convención sobre Cambio Climático y Sostenibilidad en España. Las instituciones públicas y privadas que conformamos la organización de este importante encuentro, el Gobierno de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento y la Diputación de Albacete, la Universidad de Castilla-La Mancha, la Fundación CONAMA, la Confederación de Empresarios y la Federación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios de Castilla-La Mancha y el Observatorio de la Sostenibilidad en España, hemos hecho nuestro el objetivo de mostrar las oportunidades económicas y sociales que el cambio climático puede ofrecer ala sociedad del siglo XXI. Así, si en la I Convención J. Riffkin afirmó que “si no somos nosotros, ¿quién? Y si no es ahora, ¿cuándo?”, en la II Convención aplicaremos esta máxima de N. Stern. Es decir, primero quién y cuándo; ahora, cómo.

Es evidente que esta perspectiva perfila y orienta de modo significativo los contenidos de la II Convención. Su dimensión práctica es la que puede atraer, de nuevo, a los que representaron el principal participante del año anterior, empresas y administraciones públicas, al tiempo que se proponen nuevos contenidos concretos que atraigan a, al menos, dos nuevos públicos: ciudadanos (cómo participa el asociacionismo) y comunicación (cómo la propia comunicación del cambio climático influye en su percepción).

La mejor manera de conocer la Convención sobre Cambio Climático en España es viviéndola. Desde aquí les invitamos a encontrarnos, a formar parte de este equipo de instituciones, organismos, patrocinadores, colaboradores, medios de comunicación y un infinito número de personas que se acercarán a la convención, ya sea asistiendo los días 10, 11 y 12 de febrero de 2010 a Albacete o empapándose de nuestras propuestas y anhelos a través de esta página web y de las redes sociales.

Personalidades, ponentes y colaboradores de primer nivel nos acompañarán en la II Convención. Apostar por la Convención es una inversión en la recuperación de nuestro planeta, en la creación hoy de un futuro posible y en la expansión de una cultura sostenible.

¿Nos acompañan?

Comité Organizador

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