GRAN ÉXITO DE LA MANIFESTACIÓN DEL 5 DE MAYO
Cabeza de la manifestación entrando a la Gran Vía
Unas 20000 personas nos juntamos en torno a la plataforma "La Región de Murcia No Se Vende" para defender nuestra tierra y nuestra cultura, en contra de un modelo de desarrollo insostenible, donde la especulación, el tsunami urbanístico y el monocultivo del ladrillo campan a sus anchas. Compromiso, alegría y buen humor acompañaron toda la marcha, en donde los niños y niñas, jóvenes –muchos y muchas, por cierto–, adultos, ancianos..., crearon un ambiente cálido y familiar. Batukada, cantos, malabares... amenizaron la manifestación. Al final Héctor, representante de la plataforma, leyó un manifiesto (ver más abajo); La Banda Jakichu, Antuan Muñoz y "Cutillas y los Autónomos" nos deleitaron con su música.
Unas 20000 personas nos juntamos en torno a la plataforma "La Región de Murcia No Se Vende" para defender nuestra tierra y nuestra cultura, en contra de un modelo de desarrollo insostenible, donde la especulación, el tsunami urbanístico y el monocultivo del ladrillo campan a sus anchas. Compromiso, alegría y buen humor acompañaron toda la marcha, en donde los niños y niñas, jóvenes –muchos y muchas, por cierto–, adultos, ancianos..., crearon un ambiente cálido y familiar. Batukada, cantos, malabares... amenizaron la manifestación. Al final Héctor, representante de la plataforma, leyó un manifiesto (ver más abajo); La Banda Jakichu, Antuan Muñoz y "Cutillas y los Autónomos" nos deleitaron con su música.
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MANIFIESTO MANIFESTACIÓN “LA REGIÓN DE MURCIA NO SE VENDE”
Murcia, 5 de mayo de 2007Otra vez hemos vuelto a llenar las calles, otra vez hemos vuelto a dejar claro que Murcia No Se Vende. En 2005 fuimos 10.000, en 2006 fuimos 15.000 y hoy hemos sido 20.000 mil, de todos los rincones de la Región.
Hoy, como en otros lugares del territorio español, la sociedad se moviliza contra el mayor expolio social, medioambiental y cultural de la historia. La tierra murciana está sometida a una explotación y un desorden territorial sin precedentes, es una de las regiones desarrolladas que peor gestiona su territorio, con un estado de excepción en política urbanística que se basa en el beneficio económico individual por encima de cualquier derecho humano o ecológico. Podemos decir que Murcia es Marbella. No hay ni un metro cuadrado en esta región no sea objeto de la especulación urbanística, da igual que sea la huerta, un bien de interés cultural o en un espacio natural, da igual que te destruyan el barrio o que multipliquen por miles los habitantes de tu pueblo; da igual que mientras se construyen miles de viviendas, tú no puedas acceder a una vivienda digna; da igual que no haya agua, que no haya democracia: empresarios y gobernantes decidirán en tu nombre que no hay más futuro que el monocultivo del ladrillo, porque lo verdaderamente importante es enriquecerse rápidamente o blanquear dinero.
Pero para miles de personas la especulación urbanística sí es un problema importante, posiblemente el más grave que sufre la Región Murciana.
Se trata un modelo urbano antisocial que hace desaparecer el espacio público, dejando como única alterativa los centros comerciales y de ocio y el consumo privado. La espiral especulativa infla artificialmente el precio de la vivienda hasta hacerla inaccesible para enormes sectores de la población. A esto hay que añadir el drama humano de los abusos relacionados con expropiaciones forzosas y recalificaciones, el mobbing inmobiliario. En Murcia ya es una realidad hablar de víctimas de los abusos urbanísticos, que sufren la expropiación y expulsión de sus casas.
El territorio está sometido a un proceso de urbanización salvaje que ha destruido enormes zonas de forma irreversible, ya no sólo de la costa o el entorno de las grandes urbes, pues ha llegado también a las comarcas del interior. El modelo urbanístico promovido por la especulación urbanística es motor constante de destrucción de la naturaleza, donde ya no se escapan los espacios naturales protegidos, como el Mar Menor, La Marina de Cope, La Cerrichera, La Sierra de Altaona y Escalona, entre otros.
El agua en nuestra tierra es un recurso limitado que la especulación urbanística también quiere robarnos descaradamente. Se le quita a la huerta para dársela al ladrillo, con el consentimiento y apoyo del Gobierno Regional. Pero ojo, desde aquí queremos dejar claro que no estamos dispuestos a que con nuestro dinero se desale agua para dársela a las nuevas urbanizaciones.
Se están destruyendo valores y señas de identidad fundamentales de la cultura: el paisaje, la cultura local, tradicional, y el entorno natural (yacimientos arqueológicos, edificios y lugares de interés cultural, además del propio paisaje), que son reemplazados por el hormigón y el modelo estandarizado, insostenible y globalizado de una cultura de masas ultraliberal basada en el beneficio económico a corto plazo.
La economía murciana está basada en el desarrollo urbanístico y por ello está gravemente desequilibrada, con los riesgos enormes del estallido de la burbuja inmobiliaria y sus consecuencias. Pero además el trabajo actual que genera es principalmente temporal y precario. El desarrollo económico de la región NO PUEDE justificarse de ningún modo en el desarrollismo salvaje que está acabando con nuestro patrimonio y nuestros recursos.
La desaparición de la agricultura y la ganadería y de otras formas de industria y comercio local, elimina las fuentes alternativas y la diversificación de la productividad, poniendo el territorio únicamente al servicio de la especulación del suelo.
Según el tribunal de cuentas una tercera parte de la financiación de los partidos políticos es ilegal y procede principalmente de la especulación urbanística, esto convierte al urbanismo en la cuestión que más amplia y profundamente implica a todas las fuerzas políticas mayoritarias en la corrupción. El estado de corrupción generalizada -ejemplificado en el paradigma de Marbella- de las administraciones municipales y autonómicas, así como de sectores del poder judicial, la banca y la industria inmobiliaria, entre otros, encuentran en el urbanismo su principal o su único eje y representa la mayor agresión que se ha producido a la democracia, socavando sus valores hasta límites inaceptables y planteando un deterioro sin precedentes de las instituciones públicas. Mientras tanto, nuestros derechos a la participación en la planificación territorial y urbanística son sistemáticamente pisoteados.
Apostamos:
Por un modelo de desarrollo sostenible que ayude a frenar el cambio climático.
Por la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural. Los espacios protegidos no se tocan!!.
Por la agricultura y la ganadería, tradicional y ecológica.
Por la diversificación de la economía.
Por el turismo rural y verdaderamente sostenible.
Por una gestión sostenible del agua.
Por una vivienda digna.
Por la transparencia y la participación en la toma de decisiones.
Por una justicia más rápida que las máquinas que destrozan para siempre nuestra sierra.
Y exigimos que se ponga fin a la urbanización masiva de nuestro territorio, que se paralicen y revisen todas las recalificaciones, planes parciales y Planes urbanísticos, moratoria en la construcción de campos de golf y se cierren los ilegales, que se elimine la figura del convenio urbanístico y las plusvalías a manos privadas.
Sr. Presidente de la Comunidad Murciana y alcaldes de los municipios, “Murcia no se vende” no somos una moda pasajera, surgimos hace dos años ante el hartazgo de una política nefasta para el territorio y nuestros derechos de participación ciudadana, y gozamos de la fuerza de ser un movimiento surgido desde la ciudadanía, que mantiene la ilusión y la esperanza de un cambio que, eso sí, no vendrá sin la lucha social a largo plazo. Vamos a seguir adelante una y mil veces más hasta pararlos. Gobierne quien gobierne, ¡¡la Región de Murcia No Se Vende!!
(Diego Jiménez)
Prácticamente todas las localidades de la Región estuvieron representadas en una marcha que contó con una notable presencia de candidatas y candidatos de Izquierda Unida + Los Verdes, así como de otros colectivos sociales.Convocadas por la coordinadora ‘La Región de Murcia no se Vende’, cerca de las siete de la tarde del pasado día 5 de mayo, una hora después de que empezaran a concentrarse en la murciana plaza de Santo Domingo de Murcia, miles de personas de todas las localidades de la Región y de varias pedanías de Murcia-capital enfilaban la marcha reivindicativa por la calle Ceballos, plaza de Cetina, plazas del Cardenal Belluga y del Ayuntamiento, donde se hicieron sendas paradas, plaza Martínez Tornel, Gran Vía y plaza de la Fuensanta, culminando en San Esteban. Los organizadores del evento calcularon la asistencia, en esta ocasión, en unas 20.000 personas, dato próximo a la realidad, pues pudimos constatar, subidos a una séptima planta de un edificio de la Gran Vía, que esta arteria iba completamente abarrotada a lo largo de toda su longitud.
Aprovechando la parada en al Ayuntamiento, un grupo de manifestantes logró tapar las palabras ‘para todos’, que figura en el eslogan ‘Agua para todos’ que cuelga de la fachada del palacio consistorial, colocando, en su lugar, la expresión ‘para golf-os’, que un policía municipal se apresuró a reiterar de inmediato, según pudimos captar con nuestra cámara.
Fue la del pasado sábado una manifestación fuertemente reivindicativa y lúdica, en la que no faltaron las charangas, tambores e incluso la música de la gaita. Con una altísima presencia juvenil, a la misma asistieron, además de personas de muchas pedanías de Murcia y de otras localidades de la Región, representantes de varios colectivos sociales. Destacamos la presencia de Paco Jarauta, Antonio Campillo, Caridad de Santiago, Ángeles Trujillo, Gabriel Navarro, Alicia Poza y Patricio Hernández, del Foro Ciudadano de Murcia, que portaban su propia pancarta; por el Foro Social, Joaquín Sánchez y Paco Morote; Miguel Ángel Esteve, Julia Martínez y Pedro Belmonte, por Ecologistas en Acción; Pedro García y otras personas, por ANSE; por la Plataforma por el carril–bici de Cartagena, ‘Vía Libre’, vimos a José Ángel Vivancos, por Azogue-Aroiris, Marcela Crespo y Vicente Cervantes. Candidatos y candidatas que concurren a las elecciones municipales y autonómicas se hicieron visibles, así mismo, en esta manifestación. Por el PSRM-PSOE, Lola Hernández y Francisca Baraza, mientras que de Izquierda Unida + Los Verdes pudimos ver, entre otras personas, a José Antonio Pujante, candidato a la presidencia de la Comunidad Autónoma y Francisco J. Fernández (Lorca), Juan Romero (Alhama de Murcia), Manolo Martínez y José Eduardo Illueca (Cieza), José Haro (La Unión), José Luís Álvarez-Castelllanos (Mula), Juan José Cánovas y Antonia Camacho (Totana), Javier Sánchez (Abanilla), y por Murcia, Esther Herguedas, candidata a la alcaldía de Murcia, junto a Pedro Costa Morata, número dos de la candidatura municipal de Murcia, Lola Sánchez, Pedro Marset, Elvira Ramos y Diego Jiménez. Fina Santa Cruz y Elías López, de los Verdes, también arropaban a estos compañeros y compañeras de coalición. Por otra parte, Roberto, un jornalero del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), de Marinaleda (Sevilla), se hizo visible en la manifestación, portando una bandera andaluza.
Una pancarta con el lema: “Gobierne quien gobierne la Región de Murcia no se vende. Por nuestra cultura. Por nuestra tierra” encabezó el recorrido que estuvo adornado por muchas otras pancartas. Ante la imposibilidad de reseñar todas las que se exhibieron, diremos que los eslóganes reivindicativos abarcaban la práctica totalidad de las comarcas y localidades de la Región, desde Águilas y Mazarrón hasta el Altiplano, y desde Cartagena hasta Caravaca, Calasparra y Moratalla. Una imagen de búho real, especie protegida, era exhibida, asimismo, por miembros de la Asociación de Vecinos para el Desarrollo sostenible del Garruchal (ADESGA), entre quienes se encontraban el histórico militante de Arcoiris Manolo Rodríguez Cuello.
Los eslóganes más coreados fueron “Queremos una tregua permanente, que paren los 'resort' indefinidamente”, “Escucha presidente, Murcia no se vende”, “Menos construcción, más Educación”, “Tanta corrupción, destruye la Región”, “Salvemos nuestra tierra de golfos y especuladores”, “Las tortugas moras, los búhos reales, las espigas o los robles, no juegan al golf”, etc.
Cuando los manifestantes llegaron a la altura de la oficina que ‘Polaris Golf’ tiene en la Gran Vía murciana, un grupo de personas aprovechó para llenar de pegatinas la fachada de la misma, al tiempo que la comitiva hizo un alto en la entrada del domicilio del presidente Valcárcel, situada junto a aquélla.
Pasadas las 9 de la noche, la cabeza de la manifestación llegaba a San Esteban, donde un grupo musical juvenil de rock, la banda ‘JUKICHU’, animó a la concurrencia juvenil. Sus cánticos finales de ‘Gobierne quien gobierne, la Región de Murcia no se Vende’ precedieron a la lectura de un comunicado de denuncia por parte de Héctor Quijada, de Ecologistas en Acción y portavoz de la Plataforma, a la que acompañó el público asistente entonando el estribillo ‘La música de las grúas no nos gusta para bailar’.
Al final, Paco Cutillas anunció una macro protesta con tambores y cacerolas para dentro de unos días, oponiendo, dijo, “tambores contra ladrillos”, mientras que el eslogan ‘Otra vez hasta pararlos, Murcia no se Vende’ no cesaba de corearse.
(Claudia Moctezuma. VEGAMEDIAPRESS.)
Gobierne quien gobierne, la Región de Murcia no se vende. Por nuestra cultura y nuestra tierra”. Así rezaba la pancarta de cabecera de la manifestación que se ha desarrollado en la ciudad de Murcia convocada por la plataforma La Región de Murcia no se vende, que agrupa a más de setenta organizaciones sociales, sindicales, vecinales y ecologistas, y a la que asistieron representantes de IU y del PSRM-PSOE, provocando un atasco de tráfico de casi tres horas. En los últimos años no se había visto una manifestación tan numerosa y menos en defensa de la naturaleza, que es la defensa del futuro. Esta convocatoria ha sido calificada como “una esperanza a medio y largo plazo”, por la variedad de edades y procedencia de los manifestantes. EL MAYOR EXPOLIO DE LA HISTORIA
En el manifiesto leído al finalizar la marcha frente al palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional, se agradeció a los murcianos esta protesta contra el mayor expolio social, medioambiental y cultural de la historia que está sufriendo los últimos años la región. “Murcia es una de las regiones que peor gestiona su territorio, mantiene un 'estado de excepción' urbanístico basado en el beneficio económico individual, ya sea en el litoral, la huerta, el interior o en espacios protegidos”, como el Mar Menor, La Zerrichera y Marina de Cope.
portavoz de la Coordinadora 'Murcia no se vende', Héctor Quijada, aseguró que Murcia es la Comunidad Autónoma desarrollada que "peor gestiona su territorio". A lo que añadió que "actualmente no hay ningún rincón de la Región que se salve de la especulación urbanística porque desde el Gobierno regional se dan facilidades para que seamos el solar de Europa y la construcción campa a sus anchas".
Respecto al crecimiento urbanístico vivido por la Región, Quijada comentó que "ningún partido incluyó en su programa electoral de hace cuatro años esta transformación de la Región de Murcia", sin embargo, ahora lo han hecho y, "aunque no han contado con los ciudadanos, sí les pedimos que expliquen qué quieren hacer con su pueblo".
Así, uno de los objetivos de la manifestación de ayer fue exigir "que desaparezcan los convenios urbanísticos, que se paralicen los planes más impactantes y que se tenga en cuenta la voz de la calle, que grita 'Murcia no se vende'", aseguró el portavoz de la coordinadora.
Respecto al alto precio de la vivienda, Quijada denunció que el de Valcárcel "es un modelo antisocial que provoca que la vivienda sea cada vez más cara, por eso, este año sumamos a la convocatoria la reivindicación del derecho a una vivienda digna".
En otro orden de cosas, el portavoz de 'Murcia no se vende' denunció que "o es mentira que falta agua o no se entiende que se vayan a crear 800.000 nuevas viviendas y más de 50 campos de golf".
En este sentido, agregó que "no estamos dispuestos a que se paguen desaladoras con dinero público para abastecer estas urbanizaciones".
Respecto al agua desalada, Héctor Quijada se mostró a favor de la desalación de agua "destinada al déficit de la agricultura y para cubrir las necesidades de la población ya existente", pero no como gasto público para legitimar que se especule con el territorio.
"Este modelo de crecimiento -enfatizó Quijada- es muy peligroso porque se basa en la construcción y en cualquier momento puede pincharse la burbuja inmobiliaria lo que provocará un parón en la economía". Por todo ello, añadió, "no pueden vendernos que es el modelo económico del futuro porque sólo crea trabajo precario y temporal, y no produce ningún beneficio una vez que esta hecho, sólo gastos". Respecto al terreno recalificado en la Región de Murcia, Quijada recordó que entre los años 1987 y 2000, Murcia redujo su superficie de bosques en más de 6.000 hectáreas, que equivaldrían a más de 6.000 campos de fútbol, según datos del Observatorio de la Sostenibilidad recogidos por el portavoz de la coordinadora social.
Para muchos murcianos, la especulación urbanística es “posiblemente el problema más importante” de la región, al destruir sistemática e irreversiblemente los espacios naturales se dijo en el manifiesto. Así como que los especuladores “roban descaradamente a la huerta el recurso limitado del agua para dársela al ladrillo”. Se exigió el final de la urbanización masiva, la revisión de las recalificaciones y planes parciales, una moratoria en la construcción de campos de golf y el cierre de los ilegales, la eliminación de la figura del convenio urbanístico y se apostó por un modelo de desarrollo sostenible que ayude a frenar el cambio climático.
EN OTRAS TRECE CIUDADES
Además de la manifestación de Murcia, en las ciudades de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Almería, Huelva, Tarragona, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Salamanca, León, La Coruña, Santiago de Compostela y Marbella, convocadas por la Coordinadora Ciudadana en Defensa del Territorio y por la plataforma Por una vivienda digna, integradas por más de 600 asociaciones sociales, sindicales, vecinales y ecologistas, durante el viernes y el sábado, se manifestaron miles de personas para denunciar la corrupción urbanística como el problema más grave de España, al devastar de forma irreversible el territorio y de hacer inaccesible una vivienda digna. Próximamente se convocarán nuevas manifestaciones en otras regiones.
Las marchas se celebraron en un ambiente festivo y sin incidentes. En el manifiesto de la de Madrid se urge a un Pacto de Estado, social y político contra la especulación, la corrupción, los abusos urbanísticos y la destrucción territorial y a favor de un nuevo modelo de desarrollo. Se propusieron medidas contra los convenios urbanísticos, una ley rápida contra los abusos medioambientales y urbanísticos, sentencias judiciales ejemplares y la retirada de competencias urbanísticas a ayuntamientos y comunidades autónomas que promuevan el urbanismo salvaje.
NUNCA SE HA HECHO TANTO DAÑO
España consume más cemento y se construye más que en el Reino Unido, Alemania y Francia juntos. En 2005, se construyeron mas de 800.000 viviendas en nuestro país, mientras que en 2006 la cifra ha aumentado hasta las 900.000, consumiendo cada año la superficie equivalente a 50.000 campos de fútbol, a la vez que el acceso a la vivienda es cada vez más difícil. España se ha convertido en uno de los primeros países del mundo en lavado de dinero negro, que procede fundamentalmente del negocio inmobiliario
Los manifestantes de Zaragoza, convocador por la plataforma Aragón no se vende, se mostraron a favor de la defensa del patrimonio cultural y natural de esta comunidad e hicieron notar que se trata de un "toque de atención a la clase política" ante la próxima celebración de las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo, porque España no es un solar en venta, sino un territorio de alto valor. El manifiesto hizo hincapié en el hecho de que "nunca en la historia se realizó una ocupación del suelo tan extrema como la actual, y nunca haciendo tanto daño", por la "destrucción de santuarios naturales de incalculable valor".
Se abogó son la protección del territorio, sus ríos y sus recursos; la defensa del acceso a una vivienda digna, en una ciudad humana y habitable, así como la defensa de la montaña y del patrimonio cultural. En el manifiesto leído al finalizar la marcha frente al palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional, se agradeció a los murcianos esta protesta contra el mayor expolio social, medioambiental y cultural de la historia que está sufriendo los últimos años la región. “Murcia es una de las regiones que peor gestiona su territorio, mantiene un 'estado de excepción' urbanístico basado en el beneficio económico individual, ya sea en el litoral, la huerta, el interior o en espacios protegidos”, como el Mar Menor, La Zerrichera y Marina de Cope.
3 comentarios:
¡Y ningún titular en los "grandes" medios de comunicación! Ya se sabe que no se puede morder la mano que te da de comer..., pero su pérdida de credibilidad cada vez más va en aumento.
Allí estuve y seguiré estando.
Hubo una pancarta que me gustó mucho. Aproximadamente decía: "Si no hay quien venda, nadie puede comprar." Apliquémonos el cuento.
enhorabuena!
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